El Salón de París es el escenario elegido por Volvo para presentar su gama DRIVe, que es como va a llamar a los modelos diseñados para reducir las emisiones contaminantes.Pequeños detalles que mejoran la eficiencia en el V50 DRIVe (Foto: Volvo)
El Volvo V50 1.6D DRIVe forma parte de la estrategia de la firma sueca de ofrecer modelos cada vez menos contaminantes, una estrategia que comienza a ser moneda común entre los fabricantes europeos.En este caso se ha partido de la motorización turbodiesel más pequeña de la gama, el 1.560 cc alimentado con el sistema de conducto común, y se han modificado varios componentes del mismo para incrementar su eficiencia. Así pues, el sistema de refrigeración y la gestión del motor, así como la dirección asistida, han sido optimizados.
La transmisión, por su parte, cuenta con unos desarrollos más largos en la tercera, cuarta y quinta relaciones, así como con un aceite con una menor fricción.La aerodinámica ha sido también tenida en cuenta en el Volvo V50 DRIVe, al que se ha instalado el spoiler frontal del T5, unos deflectores delante de las ruedas anteriores y otro más que cubre la parrilla del radiador para mejorar el flujo de aire en el interior del vano motor.
Los retoques en el bastidor ponen su grano de arena al haberse reducido la altura de la carrocería en 10 mm, junto con las llantas de 15” o 16” y diseño específico, más los neumáticos Michelin de baja resistencia a la rodadura de última generación.Otro detalle es el indicador de cambio de marcha recomendado que se ha incorporado en el panel de instrumentos.El resultado de todas estas modificaciones es una reducción de un 10% en el consumo medio ponderado, que se queda en 4,5 litros a los 100 km (5,0 litros en el 1.6D convencional) y en la emisión de CO2, que ahora, con 118 g/km (antes 132 g/km), permitirá a este modelo quedar exento de pagar la “ecotasa”.
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