Está claro que con el salto generacional del compacto japonés se había abierto la puerta a un estilo renovado y con más tendencia deportiva “de serie”. Pero el nuevo “Mazda Performance Series” gana su lugar a pulso incorporando unos “remaches” extremos delicados pero deportivos y, sobre todo, incorporando frescas novedades externas. Caminando desde el frontal, un nuevo salto en la saga MPS es la inclusión de una boca frontal de aire en el capó, elemento que ya tiene instalado el Subaru Impreza WRX.
Pero no es lo único que sobresale con respecto a su predecesor. El diseño de las llantas, al menos el que nos muestran estas fotos, es más agresivo y da bien la imagen de compacto potente pero no extremo. A esta línea contribuye también el nuevo spoiler de portón, que se alza en mayor altura para darle este toque “RC” extra. Sobra decir, aunque bien se ve en las fotos, que hay unos nuevos muelles rebajadores.
Bajo el “aireado” capó del MPS repite posición el turbopropulsor de gasolina 2.3 DISI de cuatro cilindros y 260 caballos de potencia. Está más que demostrado que este bloque permite ofrecer mayor caudal de fuerza pero Mazda ha elegido refinarlo, rebajando sus consumos y emisiones. Es de suponer que a esto habrá ayudado la dieta que sufre toda esta nueva generación y que en el MPS podría significar alguna inclusión de elementos ligeros como el aluminio o incluso la fibra de carbono.
Además de estas fotografías, que se nos antojan insuficientes, Mazda ha publicado un vídeo teaser para hacernos la boca agua antes de Ginebra.
Fuente: Diariomotor
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