El nuevo motor de 6.3-litros, diseñado desde el inicio por la división deportiva de Mercedes-Benz AMG, posee una característica interesante: el diámetro de los pistones (102.2mm) es mayor a su recorrido (94.6mm). Uno casi puede distinguir cada una de las explosiones mientras el motor de alta-compresión (11.3:1) sopla los gases a través de los tubos de escape libres y dobles.
El nuevo V8 es y será el corazón de varios modelos AMG para el 2007. Este produce 475 caballos de potencia a 6,800 rpm, y 465 lb-pie de torque a 5,000 rpm. Esto último representa un incremento de 30 y 24 porciento respectivamente sobre el 5.4 litros del CLK 55 del 2006.
Alrededor del nuevo e impresionante motor encontramos una mejorada versión del CLK Convertible, portando nuevas insignias, ruedas de aluminio de 18-pulgadas, y un nuevo compuesto anti-fade para los frenos de disco delanteros. Nuevamente, parece que la versión coupé de techo duro del CLK AMG no estará disponible para el mercado americano.
Mucha Potencia
Lo tuvimos durante una semana para darnos cuenta que posee unos argumentos muy sólidos a la hora de compararlo con sus principales competidores. En nuestra prueba de manejo notamos un empuje muy potente en la arrancada y una aceleración impecable gracias a su poderoso motor naturalmente aspirado de 6.3 litros y 32 válvulas, para producir 475 caballos de fuerza. Por fuera a lo mejor no aparenta lo que cuesta -cerca de $92,000- pero una vez en marcha se reconoce que Mercedes Benz y su división deportiva AMG realizaron un extraordinario trabajo de ingeniería.
A pesar de estar debajo de las 4,000rpm, el V8 de 6.3-litros es más que capaz de mover con autoridad las 4,100-libras de este vehiculo. Además, el pico en la curva de torque empieza en las 4,000rpm y llega a su máximo en las 5,000rpm.
Uno puede aprovechar todo el recorrido del acelerador en línea recta. Cuando la pista se endereza y la aguja del tacómetro escala hacia su límite en las 7,000rpm, el resto desaparece. Se siente como si la velocidad aumentara exponencialmente por los pocos cambios de marcha que ocurren. Cada marcha se siente larga, a pesar de que se trata de la famosa transmisión automática de siete velocidades de Mercedes-Benz.
El auto sube de revoluciones con sorprendente facilidad y en altas velocidades su estabilidad es notable. Mercedes asegura una aceleración 0-62mph (100Km/h) en tan solo 4.7-segundos (en 2da marcha), y el cambio de 3ra a 4ta marcha ocurre sobre las 100mph.
La velocidad del CLK esta limitada en 155mph, pero si desempolvamos la calculadora descubrimos que el potencial de la maquina sobrepasaría las 200mph en 5ta marcha.
Casi Perfecto
La transmisión SpeedShift trabajada por AMG no solo cambia de marcha rápido, pero también lo hace suavemente desacelerando momentáneamente en cada transición. Algo que no hace, ni cuando usamos las nuevas paletas metálicas en el modo deportivo/manual, es igualar las revoluciones para reducir marchas.
Un poco decepcionado por su desempeño a través de las curvas. Los frenos son buenísimos, la suspensión es firme (no al punto de ser incomoda), y las Pirelli P Zero trabajan muy bien, pero pareciera que en AMG se olvidaron de corregir el sistema de dirección.
El volante se siente un poco ¿suelto¿ en el centro, reacción lenta y adormecida. Además, con más o menos 30 grados de giro en volante, uno no siente suficiente a través de la columna de dirección sobre el límite en la tracción de los neumáticos.
0 Comentarios :