Me gusto mucho este sedán que fue elegido el mejor auto americano en su clase en el último Autoshow de Detroit, no solo se destaca por su moderno diseño exterior, sino que además se ubica como un auto ideal para el día a día.
Su frente agresivo, con ángulos y curvas aerodinámicas, es algo que sin dudas resulta sumamente atractivo en esta nueva generación. La enorme parrilla y los faros alargados le dan un carácter deportivo y futurista que el Malibu nunca había tenido.
En el lateral, a simple vista resaltan los aros cromados de 18 pulgadas con diseño deportivo y un efecto de musculatura gracias a la relación 2 a 1 entre ventanas y puertas.
Debajo del capó los ingenieros de GM equiparon al Malibu con un motor V6 de 3.6 litros que produce 252 caballos de fuerza, y se encuentra acoplado a una transmisión automática de seis velocidades, las cuales se pueden manejar en forma secuencial con los pulgares, gracias al sistema de mini paletas ubicadas en el volante.
De así hacerlo, se obtiene una conducción totalmente deportiva con una marcha dinámica que responde a las pretensiones de quien lo maneja.
Por dentro las diferencias con el modelo anterior se hacen notar. La calidad de los materiales mejoró notablemente, y la combinación está lograda con buen gusto.
Tiene capacidad para cinco pasajeros y es amplio en la parte trasera. Las butacas delanteras son eléctricas, calefaccionadas y además brindan buen soporte. Están forradas en cuero el cual es fresco y agradable al tacto.
La consola central es sencilla de utilizar y no provoca distracciones, además los controles de audio y el comando de voz, se encuentran ubicados en el volante.
En seguridad cuenta con seis bolsas de aire, cuatro de ellas frontales, y dos tipo cortina, además de Control de Estabilidad y suspensión independiente.
El consumo de gasolina estimado por la EPA es de 17 millas por galón en ciudad y 26 millas por galón en carretera, bastante acercado a lo que marcó nuestro modelo de pruebas en una semana de uso.
La consola central y el tablero, cuentan con un diseño muy clásico. Si bien es fácil de utilizar y no provoca distracciones, no es algo que llame la atención apenas uno se sube al Malibu.
El Chevy Malibu es un auto completo, y puede servir tanto para la mujer que tiene que llevar a los chicos al colegio, ir al mercado y necesita un sedán con estilo, como para el hombre que quiere disfrutar con la familia, pero si puede gusta de pisar un poco de más el acelerador.
Nuestro modelo de pruebas tenía un precio de $27,745 mientras que los modelos base comienzan alrededor de los $20 mil y sin dudas apunta a quedarse con el trono de los sedanes medianos.
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