Un microcoche ecológico. Esta es la propuesta que hace Toyota con su IQ, un coche de concepto ideado para el transporte urbano, que en menos de tres metros de longitud y con un sofisticado interior de 3+1 asientos ofrece todo lo necesario para circular con facilidad por la ciudad.
El fabricante japonés de automóviles presenta con el IQ un nuevo planteamiento en cuanto al diseño y el empaquetamiento de vehículos desarrollando un ultracompacto que ofrece un interior capaz de dar asiento a cuatro adultos o a tres adultos y un espacio para el equipaje.
Este coche experimental se suma además al compromiso adquirido por Toyota de reducir las emisiones de los vehículos, un compromiso que le ha llevado a desarrollar ya un total de 11 modelos híbridos, incluyendo los de su marca de lujo Lexus.
Si por algo se caracteriza este coche es por sus reducidas dimensiones que, con sólo 2,98 metros resulta 4, 25 centímetros más corto que el Toyota Aygo y más de 7,7 centímetros más corto que el Yaris. Sin embargo, en cuanto a la anchura y la altura -1,68 metros x 1,48 metros- es comparable con este último.
En sus compactas dimensiones exteriores se esconde un interior capaz de dar acomodo a cuatro asientos con espacio para tres adultos y un niño o bien, el cuarto asiento puede utilizarse como espacio para el equipaje.
Para conseguirlo, Toyota ha aplicado la distribución 3+1 en sus asientos y ha incluido un salpicadero que se separa bruscamente del acompañante con lo que se logra una libertad de movimientos extra para este asiento.
Así pues, durante el uso normal, el conductor y el acompañante se sientan uno al lado del otro, pero para acomodar a un tercer adulto o a un adulto y un niño, el asiento del copiloto puede desplazarse hacia una posición más adelantada, lo que permite un mayor espacio y un acceso más fácil a la parte trasera.
En cuanto a su diseño exterior, el IQ es sencillo, con una postura estable y robusta mejorada por el ancho del vehículo que contrasta con su corta longitud. En los laterales destacan sus cortos voladizos y sus neumáticos de 17 pulgadas.
El interior de este concepto es sofisticado. Destaca la estructura geométrica del panel de instrumentos que crea un ambiente amplio y abierto. La consola central, con una curvatura que recuerda a una manta-raya, es una estructura que abarca los instrumentos necesarios.
La representación tridimensional 3 en 1 de la velocidad, las rpm del motor y el aforo de combustible, va montada por encima de la columna de la dirección, mientras que los controles de las funciones de los sistemas de sonido y de navegación se encuentran en el propio volante de la dirección.
Lo más llamativo y novedoso que ofrece el interior de este pequeño coche es la pantalla del GPS colocada en la línea de visión del conductor, que permite que pueda verse a través de ella cuando está desactivada.
La unidad compacta de calefacción y ventilación, con unas salidas en forma cilíndrica, libera espacio en el centro de la consola, permitiendo al salpicadero adoptar su forma característica.
Por último, el techo solar panorámico de cristal da al habitáculo una gran luminosidad, aportando a los pasajeros la sensación de no estar confinados en un espacio reducido.
Según Toyota, a pesar de su diseño ultracompacto, el IQ reúne todos los requisitos adecuados para hacer de él un vehículo seguro no comprometiendo, por tanto, su seguridad en ambiente urbano.
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