También llaman la atención las nuevas estriberas y las grandes llantas de 21 pulgadas y bonito diseño. En el habitáculo nos encontramos también con un ambiente oscurecido, compuesto por tapicería de cuero negro que incluso recubre el techo, un nuevo volante de diseño deportivo y revestimiento de paneles y molduras en fibra de carbono. Pero realmente el objetivo de esta preparación es el aumento prestacional para el motor turbodiésel más potente de Mercedes, un 4.0 V8 capaz de desarrollar 306 CV.
Gracias a retoques electrónicos y en el turbo, la potencia crece hasta unos tremendos 360 CV mientras que el par motor desarrollado crece desde los 700 a los 900 Nm, una cifra “rompecuellos” que convierte los adelantamientos y recuperaciones en un juego de niños. La velocidad máxima se deslimita y alcanza unos escalofriantes 280 km/h, escalofriantes en un vehículo así claro está. Para finalizar, se retoca la suspensión para hacerla más firme y se mejora la respuesta del acelerador.
Fuente: Diariomotor
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