Por supuesto, un Hilux de serie no puede alcanzar el Polo Sur sin ciertas modificaciones, por tanto se ha acudido a la empresa islandesa Arctic Trucks para que los modifique convenientemente. En primer lugar, se elevan las suspensiones y se modifican los ejes de manera importante, ganando espacio para los enormes neumáticos todoterreno especiales y permitir un amplio recorrido de amortiguación. La caja de cambios y los diferenciales se sustituyen por unidades modificadas para soportar un duro trato.En la caja se instalan pequeñas barras antivuelco, lo que proporciona rigidez y solidez al conjunto, y se acarrean modificaciones invernales y prestacionales en el motor 3.0 D-4D de 171 CV. Se instala un nuevo sistema de refrigeración para el motor – o más bien de calefacción – que mantiene su temperatura óptima de funcionamiento y se añade aceite y anticongelante especial para permitir un buen arranque en frío. En cuanto a prestaciones, se reemplaza la línea de escape por otra más corta.
En cuanto a practicidad, una expedición de este calibre ha requerido que las pick-up arrastrasen pesos de hasta 2.5 toneladas en remolques especiales, no han tenido problemas para ello – su capacidad máxima de remolque es de 1.5 toneladas – pero para evitar sustos en zonas complicadas unos cabestrantes aportan seguridad. Los remolques se emplearon para transportar todo tipo de útiles, pero especialmente gasóleo, no olvidemos que no hay gasolineras en la Antártida y el consumo de combustible ha sido alto.
Valorando la experiencia, en Toyota están satisfechos, sus Hilux no han dado problemas en más de 2.000 km de viaje sobre el hielo y han soportado bien temperaturas de hasta 30ºC bajo cero. Además, en Japón también sostienen que el balance de CO2 emitido es menor con las pick-up que con motos de nieve, otra alternativa al automóvil muy extendida en la Antártida. A continuación publicamos una selección de fotos de la expedición y un entretenido vídeo del evento.
Fuente: Diariomotor
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