4/3/09

Aston Martin One-77: Mas datos



Después de tanto mareo sudar la gota gorda con cada retraso al fin Aston Martin ha decidido presentar su One-77 y desde luego tiene sentido que hayan elegido un lugar como Ginebra. Al suculento evento han llevado el que, me atrevo a decir, es uno de sus superdeportivos que quedarán en la historia. No sólo por el hecho de que es una auténtica bala sino porque es capaz de ofrecernos unas curvas más agudas y lo podemos reconocer como británica a gran distancia.

Aston Martin se ha fijado en la DTM para diseñador el One-77 expresando su nueva forma de conciliar características estructurales de competición con el diseño característico de sus modelos actuales como el Vantage o el DBS Volante. En la carrocería de tres puertas las dos primeras se instalan en el arco característico de la firma inglesa demostrando un interior escueto para sus dos ocupantes. La gran firma de las entradas sin marco no resta importancia a la creatividad de su zaga, en la que brilla la herencia de competición con un difusor marcado y además unas ópticas LED que se funden a lo largo de la trasera.

Tales aptitudes competitivas permiten afrontar unos diseños muy atrevidas tales como los respiraderos de los frenos delanteras que terminan de forma difuminada en las propias puertas. El frontal, sin embargo, es un signo inequívoco de A.M. con su clásica calandra de celdas rectangulares y esos grupos luminosos que permanecen enterrados en la carrocería. La estrechez en anchura de la cabina delimita los abultados pasos de rueda estilizando la figura de las frondosas llantas de aleación, por supuesto de muy ligero peso. El total, unos asombrosos 1.500 kg.

Hoy en día dejarse llevar por los kilogramos no es una buena opción y menos en un deportivo de estas características. La dieta le ha llegado al One-77 desde la base y la estructura de su chasis está creada en el ligero aluminio. Por encima de ella se eleva la el cuerpo en fibra de carbono respondiendo a las necesidades de ligereza y de resistencia como ocurre igual con el aluminio. En contacto directo entre el chasis y las ruedas se sitúa una suspensión de doble cuerpo con amortiguadores ajustables y adaptación dinámica Dynamic Suspension Spool Valve (DSSV).

La mecánica del One-77 dejó de ser una incógnia hace unos meses. La evolución de los motores de 12 cilindros que pueblan la gama más alta de Aston Martin termina en un bloque V12 revolucionado con una cilindrada de 7.3 litros. La potencia máxima desarrollada es de 700 CV y se transmite directamente al tren trasero a través de un refinada caja robotizada secuencial de seis relaciones de cambio. La opción de la tracción total ha quedado descartada por el consiguiente aumento de peso.

Recordando el peso total del conjunto nos salen una relación bastante considerable entre peso y potencia, básicamente de 2.14 kilogramos por caballo de potencia. Tras las pruebas realizadas por la propia firma han afianzado una velocidad tope marcada en los 320 km/h sólo apta para expertos en pista aunque destaca mucho más su bravura al pisotón del acelerador. 3.5 segundos son los que gasta en poner la aguja en el suave ángulo de los 100 km/h.

El One-77 está preparado para amarrarse bien al asfalto, hecho ya iniciado con su ligero chasis, su disminuida altura y su suspensión adaptable. Pero además calza unos importantes y especiales neumáticos Pirelli P Zero Corsa con medidas 255/35 ZR20 y 335/30 ZR20 en los ejes delantero y trasero. En ambos un sistema de frenos de alto rendimiento es capaz de frenar el eje de giro al que están enlazados cuatro discos carbocerámicos.

Sólo Aston Martin podía emplearse de esta manera para lanzar un superdeportivo épico, aunque sólo sea por sus enormes capacidades y por su belleza innata.

Fuente: Diariomotor

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