22/12/08

El Rally Dakar 08 revolucionara las calles de Buenos Aires




Si usted maneja por la avenida Cantilo en la madrugada del sábado 3 de enero y ve algo anormal, no piense primero en que se excedió con los tragos. Esos motores hiperpreparados que oye rugir a su lado no son el efecto indeseable de la fiesta de fin de año. Usted puede encontrarse en medio de la caravana del Rally Dakar Argentina-Chile, un evento que cambiará por unos días la fisonomía de la ciudad, convertida en un gigantesco autódromo. 

Desde el 29 del actual, la avenida Sarmiento, frente a La Rural, será transformada en un patio de boxes para los 531 automóviles, camiones, motos y cuatriciclos competidores que tomarán parte de una travesía de proporciones faraónicas. Podría mediarse su magnitud como travesía deportiva en los 9000 kilómetros por recorrer durante 16 días desde el 3 de enero próximo. Pero el impacto masivo en turismo y las necesidades logísticas demandadas por la prueba son las características que vuelven un suceso inédito a esta carrera. 

Desde el Mundial de Fútbol 1978 no hubo en la Argentina un acontecimiento, deportivo, político o social, tan complejo de organizar como para requerir la participación durante siete meses de ocho ministerios nacionales, funcionarios de diez provincias, acuerdos binacionales con las autoridades chilenas, movilización de miles de fuerzas de seguridad y apoyo militar. 

En la Secretaría de Turismo de la Nación afirman que la carrera impulsó la ocupación en hoteles de cinco, cuatro y tres estrellas de la ciudad, con reservas tomadas hasta el 5 de enero. Y esperan que 25.000 personas, entre ellas unos 6000 extranjeros, sigan de manera permanente el rally, con cifras que aumentarían en cada provincia por la que pasen los vehículos. 

Mañana llegará al puerto de Zárate un buque de transporte con 800 vehículos que serán usados por los competidores y la organización, a cargo del grupo francés ASO, que por amenazas terroristas decidió trasladar la tradicional competencia que unía Europa y Africa a esta zona de menores riesgos. El arribo de esas máquinas abrirá un programa de actividades que tendrá la Capital como su base de operaciones. 

La Ciudad Universitaria se convertirá por unos días en un gran patio de boxes. Del 26 al 30 del actual se ubicarán en ese predio los 188 automóviles, 83 camiones, 230 motos y 30 cuatriciclos que tomarán parte de esa competencia de resistencia mecánica y humana. En el Regimiento de Patricios, en Palermo, se armarán los talleres de reparación. 

A partir del 31 de este mes, la ciudad adoptará la forma de un autódromo gigante. Ese día se abrirá, en el predio de La Rural, la llamada Villa Dakar, donde el público podrá observar los vehículos. Desde ese día y hasta el 3 de enero quedará cerrada la avenida Sarmiento. Quienes quieran mirar las máquinas deberán pagar una entrada, y la recaudación será donada a una entidad de bien público, posiblemente la Fundación Favaloro. 

Seis horas de show 
El 2 de enero será el Día D para el rally y la ciudad. Entre las 17 y las 24, los participantes recorrerán a paso lento y respetando las normas de tránsito, ya que los automovilistas normales podrán circular al lado de los competidores, un circuito que comenzará en la avenida Sarmiento, tomará por la Avenida del Libertador y empalmará luego la avenida 9 de Julio hasta el Obelisco, se dirigirá por Bartolomé Mitre a la Plaza de Mayo, de allí por Avenida de Mayo rumbo al Congreso, y doblarán por Callao hacia la Avenida del Libertador para regresar al predio de La Rural. 

Ese viernes, la administración pública tendrá asueto y algunas empresas privadas se sumaron a la propuesta del Gobierno de armar un fin de semana largo. La Casa Rosada pensó en el rally Dakar cuando decretó el cierre de las oficinas públicas ese día, con la intención de descomprimir el tránsito de la ciudad. Sólo será vallado el tramo de la avenida 9 de Julio, mientras que en las otras calles los vehículos de la competencia compartirán carriles con los automovilistas particulares. Apenas horas después de ese show comenzará la real carrera. 

A las 4.30 del 3 de enero largará oficialmente el rally desde La Rural hacia un punto aún no identificado en el oeste de la provincia de Buenos Aires. "El horario de comienzo se pensó para no molestar al tránsito, pero se tomarán todos los recaudos", explicó Botto Alvarez. El recorrido de cada día sólo será comunicado a los pilotos la noche anterior. Pero la digramación del trayecto demandó meses de negociaciones entre las autoridades nacionales, las provincias y los dueños de campos por los que cruzará la competencia. 

Serán 7000 propiedades privadas las atravesadas por el rally en Buenos Aires, La Pampa, Chubut, Río Negro, Neuquén, Mendoza, Catamarca, La Rioja, Córdoba y Santa Fe. 

Entre policías y militares 
En cada tramo serán habilitados cuatro puntos de observación para los espectadores. La expectativa oficial es contar con decenas de miles de asistentes en cada lugar. Para el control de la prueba se dispuso que todos los días trabajen en el recorrido más de dos mil efectivos de seguridad. Entre las fuerzas federales la responsabilidad mayor recayó en la Gendarmería, que será apoyada por las policías de cada provincia. En la ciudad se hará cargo la Policía Federal, mientras que la Prefectura custodiará los vehículos en Zárate. 

La competencia afrontará dificultades logísticas no vistas antes en la Argentina. Unos 15 millones de pesos costará el operativo. Un avión de transporte pesado Hércules y dos Fokker de la Fuerza Aérea realizarán por lo menos seis vuelos diarios entre cada etapa para transportar a unas 500 personas de la organización. Otro Hércules quedará como reserva. El Ejército destinará tres helicópteros Bell UH-1H para dar cobertura de búsqueda y rescate. 

En la organización de la competencia se contempló la posibilidad de algún accidente grave que requiera intervención judicial, por lo que en las últimas semanas los juzgados locales recibieron la indicación de mantenerse alertas -pese a la feria judicial- en el momento en que el rally pase por sus distritos. También estarán en alerta los sistemas sanitarios de cada provincia. 

Además de acuerdos especiales para migraciones y aduanas, las negociaciones tuvieron que superar hasta normas que no contemplaban eventos de estas características, como la prohibición para la importación de neumáticos, que forzó a una resolución inédita: los competidores pueden romper una rueda pero no perderla, porque las mismas cubiertas que ingresen en el país deberán salir al terminar el rally en la condición en que se encuentren. 

Sin duda, un evento con dimensiones que escapan al deporte y que por unos días despertará la fiebre automovilística en la ciudad. 

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