29/1/09

Ford Mustang Shelby GT500 2010


Ford presentó en el mes de noviembre la nueva versión del Mustang, una renovación esperada y que no ha dejado a nadie indiferente con su estilo implacable de superdeportivo americano y sus motores V8 atmosféricos que permanecen sin cambios. A todos los que nos gusta el Mustang también solemos apreciar bien el tacto con el que Shelby lo rocía y su nuevo GT500 parece que se coloca perfectamente por encima de su propio listón. La marca americana acaba de presentar este paquete deportivo que viene cargado de novedades, incluyendo el hecho de ser el Mustang más potente jamás fabricado

En su dinámica hay un gran cambio que separa el valor de potencia de su nomenclatura. Los 500 CV que ofrecía el V8 de 5.4 litros “sobrecargado” se incrementan hasta los 540 CV, ofrecidos en el punto álgido de las 6.200 rpm. Así mismo el par máximo del GT500 sube desde los 653 hasta los 691 Nm, que es entregado cuando la aguja del cuentarrevoluciones sobrevuela las 4.500 vueltas. Con respecto al bloque original hay algunos cambios como unas nuevos bloques de amortiguación con sensores y mejoras en caudal para la refrigeración y para la salida de gases de la combustión. La “pega” es que el motor sigue basándose en un bloque de arrabio en lugar de optar por el aluminio.
La transmisión es una Tremec de seis marchas con diferencial de deslizamiento limitado. Con respecto a anteriores versiones ha alargado el ratio de las dos marchas más largas para reducir el consumo y, más profundamente, sus dos discos de embrague crecen en tamaño para soportar mejor el gran par que ofrece el V8. Todavía no se han publicado las cifras de su rendimiento pero las mejoras de potencia y transmisión harán que sus tiempos sean marcadamente deportivos. Además, su resistencia, seguridad y comportamiento han sido mejorados.

En primer lugar el nuevo Shelby GT500 traspasa en mayor medida las sensaciones del asfalto a través de unos muelles que ganan en dureza, en torno a un 17 y un 7% en los trenes delantero y trasero, consiguiendo además un mejorado agarre. En contacto directo se sitúan unos neumáticos Goodyear F1 Supercar asentados sobre llantas de aleación de 19” y en medidas 255/40R19 y 285/25R19 en el eje anterior y posterior respectivamente. El control de estabilidad ESC se mantiene activo por defecto y cuenta con el Sport Mode, una programación que permite un gran juego y unos buenos derrapajes antes de actuar.
Shelby ha demostrado siempre que sabe dónde poner las manos en el Mustang y de nuevo vuelve a demostrarlo con su trabajo para su carrocería. Comenzando por su frontal, éste muestra un estilo despejado y con sus elementos concordantes. Destaca la parrilla y su amplia boca de aire, prácticamente simétricas y con un enrejado elegante. La parrilla además muestra el símbolo característico de Shelby, la gran serpiente plateada que acompaña a estas versiones desde los años 60. Como detalle curioso, ésta se ha movido de la derecha a la izquierda, viendo el GT500 desde el frente, porque justo en esa zona derecha se encuentra una de las tomas más importantes de aire.

Una vez atrasados hasta el capó se aprecia un respiradero del motor con un mayor calado y que sirve para que gran parte de su calor se disipe por ese conducto. Avanzando hacia los laterales aparecen unos estribos con forma de tejadillo y unos nuevos diseños de llantas de aleación, por defecto en diámetros de 19” para las variantes coupé y de 18” para las de techo abierto aunque con el mismo diseño de 10 aspas. La Cobra de agresiva mirada también se sitúa sobre las aletas delanteras. Y terminando en la zaga, un más prominente difusor se flanquea por dos rumorosos tubos de escape de 4” de diámetro mientras que en su parte superior incorpora un nuevo alerón ligeramente más ancho. Debajo de éste la palabra “S H E L B Y” marca la diferencia junto al escudo situado entre las ópticas.

Dada la talla del trabajo de Shelby en el GT500 su interior es claramente superior. Comenzando porque hay un material, la Alcantara, que cobra un gran protagonismo instalándose en diversos elementos como el volante, la funda de la pala del cambio, la palanca del freno de mano o los laterales de los asientos, los cuales acogen un nuevo diseño en tiras horizontales en negro con dos franjas centrales en color blanco y el bordado de la serpiente en el apoyo de los hombros. También cambia la bola del cambio acogiendo un color blanco adornado con franjas negras, de forma parejo al diseño de los asientos, o el volante, que incorpora en el centro a la tan citada serpiente.

El resumen general de este nuevo GT500 podría definirse como genuinamente Shelby, con más fuerza, mayor calidad y bien preparado para realizar un cómodo viaje o ponerlo al rojo vivo dentro de un circuito.
Fuente: Diariomotor

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