El Hulme CanAm es otra de esas joyas deportivas que probablemente no veremos en directo jamás y que sólo unos pocos afortunados podrán probarla en sus carnes. Además llega como resultado de un arduo trabajo por parte de Jock Freemantle, amante de los superdeportivos y que un día se planteó batir a Ferrari y a Lamborghini en pista con una creación propia. Su devoción por el ex-campeón neozelandés de F1 Denny Hulme le llevó a crear, en su homenaje, la empresa Hulme Supercars. El CanAm no es su primera creación, sino la evolución de un anterior superdeportivo desde hace seis años, pero sí es la primera que apuesta por un deportivo directo para circuito. Apuesta grácilmente por la aerodinámica portada de la Fórmula 1, como no podía ser menos, junto con la capacidad de reducir hasta el mínimo la masa del conjunto sin perder la rigidez necesaria. Aluminio y fibra de vidrio recorren la estructura para elevar al CanAm poco más de medio metro por encima del suelo.
Los arcos externos sobre las ruedas, el profuso spoiler delantero o el plano alerón trasero elevado recuerdan la más alta experiencia en competición. Su carrocería es biplaza, pudiéndose elegir entre una versión coupé de techo rígido y una descapotable roadster. Se hace necesario el casco para ambos ocupantes, como es lógico cuando se corre en un circuito a altas velocidades, aunque cuente con protecciones antivuelco y un sutil parabrisas que de poco sirve sin visera.
El anterior Hulme contaba con un motor BMW pero ahora se han decantado por una unidad de mayor calado proveniente de Chevrolet, un V8 LS7 con un cubicaje de 7.0 litros y una respuesta profunda de 600 caballos y 600 Nm. Durante las pruebas en circuito lo han medido a un máximo de 320 km/h, siendo capaz de implementar una aceleración de menos de tres segundos hasta los 100 km/h.
La última versión del CanAm fue estrenada en el A1GP de Nueva Zelanda y se lanzará a la venta en cortas unidades para el próximo año, por un “discreto” precio de 700.000 dólares. Por ese precio tendrá pocos rivales puesto que a su nivel están el KTM X-Bow o el Caparo T1, bastante más asequibles.
Fuente: Diariomotor
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