Micro-Vett se dedica a crear soluciones eléctricas para los vehículos industriales del grupo Fiat Iveco, vamos a ver algunos ejemplos interesantes. Empezaremos por la Fiat Doblò, veterana furgoneta que se vende en versión mixta y sólo de carga. Con baterías de ión litio, no es tan rápida como otras furgonetas, pero alcanza 115 km/h, por encima del límite legal para estos vehículos.
Las baterías se recargan completamente en 4-6 horas, y el coste por kilómetro es de 1,4 céntimos de euro. Lo que seguro os llamará la atención es su autonomía, 150 kilómetros.
Para todo lo que sean servicios dentro de una ciudad, es más que suficiente, por ejemplo Correos, mensajería urgente, etc. De hecho, su autonomía deja en evidencia a algunos prototipos o eléctricos ya en producción. Necesita una toma de corriente de 380 voltios.
Los pequeños Piaggio Porter también pueden ser transformados. Ya sea en versión minifurgoneta o pick-up, los pequeños Porter eléctricos recorren de 90 a 120 kilómetros por carga, necesitando 2-8 horas de recarga dependiendo del método que usemos.
La velocidad máxima es inferior, 70 km/h, pero para el uso típico de estos vehículos la verdad no hace falta maś. El coste energético cada 100 kilómetros es inferior a 1,05 euros. Más desarrollado está el sistema para la Iveco Daily, con una solución híbrida real.
Disponen de motor diesel, con el cual tienen 500 kilómetros de autonomía, pero además, tienen propulsor eléctrico que puede funcionar independientemente. Con baterías de plomo-ácido, la Iveco Daily Hybrid recorre hasta 25 km, y si tiene baterías ión-litio, hasta 100 kilómetros.
Sin el motor diesel, la velocidad máxima es 50 km/h, pero con él se tienen las prestaciones de siempre pero reduciendo bastante el consumo de gasóleo. Empresas como FedEx llevan utilizando unos meses modelos Daily Hybrid para comprobar qué tal funcionan en condiciones reales de uso, antes del lanzamiento al público.
Micro-Vett también transforma autobuses pequeños para funcionar sin contaminar, de la marca Breda Menarini Bus. Son ideales para las ciudades con cascos antiguos donde no cabe un autobús normal, y que sirven para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
¿Ventajas? Los costes operativos descienden mucho, el coste de compra se amortiza en un plazo razonable considerando la vida útil del vehículo. Micro-Vett calcula, por ejemplo, que un Porter eléctrico queda amortizado en 80.000 km, con un precio de combustible de 1,08 euros/litro.
Cuanto más sube el combustible, antes se amortiza. El precio de las recargas es bastante estable a lo largo del año, independientemente de la geopolítica o la economía. Además, los ciudadanos de las zonas donde operan se benefician ya que son silenciosísimos y no emiten nada por el tubo de escape.
En servicios urbanos, la autonomía que tienen es más que suficiente, y sus prestaciones también. La pendiente máxima que superan es de un 18%, muy parecido a lo que consigue el motor térmico equivalente. El bus de la foto, Zeus, hace 120 km en condiciones de servicio con una recarga completa.
Como sufridor del ruido y humos de un condenado autobús urbano que pasa por debajo de mi ventana, me parecen estupendas estas iniciativas. Todos salimos ganando menos las empresas petroleras. En España, Portugal y Andorra, el distribuidor exclusivo de Micro-Vett se llama Dilixi.
Fuente: Motorpasion
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