7/3/09

Gumpert Apollo Speed



El fabricante alemán acaba de presentar en el Salón de Ginebra el Apollo definitivo, hablamos del nuevo Speed de 800 CV de potencia. A simple vista hay pocos cambios con respecto a la brutalidad de los demás Apollo, de sólo 650 y 700 CV. La altura de esta bestia de la competición de calle se ha reducido hasta los 1.105 mm y estrena una curiosa combinación de colores en la carrocería – blanco y aguamarina – destinada a ofrecer una apariencia más distinguida y atraer a jeques árabes una clientela más variada.

Dejando a parte el tema estilístico, el Apollo Speed está más enfocado a la eficacia que nunca, ello se evidencia en unos bajos totalmente carenados y la inclusión de tapacubos en las ruedas, destinados a ofrecer menos resistencia aerodinámica y a mejorar la refrigeración de los frenos. Este préstamo directo de la F1 no es la única referencia al mundo de la competición, el resto de la aerodinámica está tanto o más trabajada y emplea entre otros elementos neumáticos semi-slick de enorme sección.

La atmósfera hiper-deportiva es más que patente en el interior. De entrada, para poder acostarnos en los bacquéts de competición debemos extraer el volante. Curiosamente, entre el equipamiento de serie contamos con lujos como aire acondicionado y un sistema de infotainment con DVD incorporado, en un Alpina B6 GT3 no disfrutamos de semejantes comodidades. La impresión que podéis haber tenido hasta ahora es de un extravagante superdeportivo que a la hora de la verdad flaqueará, por suerte la realidad no es así.

El Apollo Speed es casi un coche de competición homologado para circular por la calle, parte de la culpa la tiene su brutal motor. Montado en posición central vibra con fuerza una unidad Audi de 8 cilindros en V y una cilindrada de 4.2 litros. Gracias a una sobrealimentación por doble turbo produce unos ingentes 800 CV, acompañados de 900 Nm de par máximo. Toda esa fuerza pasa al tren trasero – dotado de diferencial autoblocante Torsen – a través de una caja secuencial de seis velocidades.

Las prestaciones son de infarto, y recordemos que el Apollo estándar tiene el récord actual en la pista de pruebas de Top Gear. La aceleracion hasta los 100 km/h sucede en 3.0 segundos y los 200 km/h se baten en 8.9 segundos, una cifra aún más impresionante si cabe. Su velocidad máxima no está definida, pero el fabricante asegura que en cualquier caso superará los 360 km/h. Su bajo peso de 1.200 kg ayuda al apartado prestacional, así como su construcción integral en materiales ligeros.

Para uso y difrute en un circuito lleno de curvas deberemos desembolsar al menos 360.000€ en el Apollo 13 estándar, la factura para el Speed a buen seguro será muy superior.
Fuente: Diariomotor

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