30/8/08

Toyota Rav4




Toyota RAV-4 D4-D: Vitamina D
La versión Diesel, de 116 CV poco le envidia a su similar naftero de 150 CV, con un consumo sensiblemente menor y a precio de gasoil. Agil, divertido y veloz sobresale por su comportamiento rutero y economía de uso. Eso si, off roaders extremos, abstenerse.

Pese a ser una versión Diesel, a este RAV-4 se lo puede catalogar casi como a un GTi. Permite destacadas prestaciones, una buena dosis de diversión al volante y no descuida el consumo, con un muy bonito diseño exterior y la imagen de la marca en lo concerniente al off road, aunque este sea un modelo eminentemente rutero.

La motorización similar a la del Corona, muestra la evolución de este tipo de mecánicas. Con menos de 2 litros de cilindrada, eroga 116 CV y llega a 177,5 km/h de máxima con un consumo medio de 7,1 l/100 km de gasoil. Un motor que emparda, sin ponerse colorado, a muchos “mil ocho” nafteros de 16 válvulas pero que consume un 30 por ciento menos.

La potencia se consigue algo “arriba”, luego de la entrada del turbo, donde se despierta y cómo. La caja acompaña muy bien en ciudad, con la 4ª y 5ª un poco más largas, para bajar las rpm a altas velocidades. Para cerrar el capítulo motriz, a la fecha no anduvimos en nada mejor dentro de esta franja de mercado.

Sobre la base de una estructura monocasco y una estética jovial y agresiva, a muchos le resulta la más linda de su clase. En el interior está todo dispuesto para que cuatro pasajeros viajen muy cómodos; si son cinco, la única limitación la da el ancho. El equipamiento es completo tanto en materia de seguridad como de confort.

El puesto de conducción es deportivo, con impecable volante y palanca trabajados en cuero cocido y un instrumental con cuentavueltas central y fondo blanco (aunque no del todo claro para ver a la noche).

El comportamiento, más bien duro y con respuestas vivaces y francas, invita a buscar el límite naturalmente. En situaciones extremas, acelerando y aplicando toda la potencia se nota netamente subvirante hasta que acopla suavemente el tren trasero, ahí se neutraliza y ya se acelera con las cuatro ruedas empujando.

En asfalto no acusa balanceos marcados. Su fuerte es la ruta. Pero fuera de ella, el contar con una reductora, haría que sus prestaciones fueran de otro calibre. El sistema de tracción es similar al de Honda, pero con un diferencial central del tipo viscoso que en virtud de cómo viene la adherencia adelante, acopla el tren trasero. Los frenos responden a la performance que entrega y sólo se nota un ABS ruidoso y vibrador.

0 Comentarios :

 

Diseño web por Emiliano Arévalo | Contactenos | Webs amigas